La idea estaba clara, dos camas individuales que no fuesen literas ni camas nido. Pero, surgían dudas ¿cuánto espacio quedará libre? ¿como distribuirlas? ¿como darle un toque diferente?
Con unas fotografías y metro en mano nos dispusimos a coger medidas y transportarlas a nuestro sistema informático para el diseño.Una vez dado el visto bueno al diseño… Pintamos el techo en blanco y la pared en un gris claro para darle luminosidad al espacio. Distribuimos las camas de manera que quedase la habitación lo más espaciosa posible.
Ya que las camas irían pegadas a la pared, instalamos un zócalo de vinilo adhesivo de pvcimitación a madera, para así evitar los golpes y roces directamente a la pared.
Damos un toque diferente colocando con la misma temática un vinilo y unas originales lámparas, las cuales brillan en la oscuridad.
Actuamos aplicando dos capas de pintura mate aromática y así no fastidiar a las peques. El tono suave resalta el colorido del mobiliario.
A continuación, nuestro equipo de profesionales pasaron al montaje rematando con una excelente terminación.